SOMOS UN MINISTERIO IDENTIFICADO CON LA SANA DOCTRINA
El conocimiento de la sana doctrina tiene mucho que ver con el desarrollo moral y espiritual del creyente. Es obvio que nuestro carácter y manera de vivir se amolda a lo que creemos. “no os conforméis a este siglo” (es decir, no permitáis que el mundo os forme en su molde con sus valores materialistas y errados), dice el apóstol Pablo (Rom. 12:2) Es necesario renovar nuestra mente estudiando en forma la verdad divina.
“Creced en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor” (2 Pedro 3:18) alguien ha observado acertadamente:
El conocimiento de Dios es necesario para la correcta adoración a Dios, el autentico servicio a Dios y la verdadera vida en el mundo ante Dios.
La mayor defensa contra la falsa doctrina es el buen conocimiento de la sana doctrina. El escritor inspirado nos advierte en cuanto a los hombres que para engañar emplean con astucias las artimañas del error (efesios 4:14).
Toda predicación y enseñanza cristiana debe basarse sobre la sana doctrina. Es imprescindible saber las doctrinas bíblicas a fin de comunicar el evangelio eficazmente a otros. De otro modo, las contradicciones e incertidumbres del predicador o maestro, sembraría confusión en las mentes de los oyentes.